Iglesia Parroquial de San Bartolomé Santa María.
La Iglesia de San Bartolomé-Santa María, ubicada en el centro histórico de Murcia (Región de Murcia, España), es una de las parroquias más antiguas de la ciudad. Se cree que su construcción se inició sobre una antigua mezquita musulmana tras la conquista cristiana en el siglo XIII. El edificio actual es una mezcla de la fábrica primitiva del siglo XVIII y la nave central con la fachada principal construidas en el siglo XIX. Esta iglesia alberga un importante patrimonio escultórico en su interior.
Durante el siglo XVII se demolieron las estructuras antiguas para construir una nueva iglesia, en la que se bautizó al Conde de Floridablanca en 1728. Sin embargo, las obras de esta segunda iglesia quedaron detenidas en 1821, dejando solo el ábside y la nave del crucero, además de la portada lateral que hizo las veces de principal. La nave central y la fachada principal se construyeron en estilo ecléctico con reminiscencias historicistas entre 1879 y 1883, obra del arquitecto Justo Millán.
San Bartolomé-Santa María es la sede histórica de la Cofradía de Servitas, que tiene una capilla neoclásica de finales del siglo XVIII, y desde 1884 también es sede de la Cofradía del Santo Sepulcro. Durante la Guerra Civil, la iglesia fue saqueada y perdió numerosas obras de arte, incluyendo el antiguo titular del Sepulcro. Sin embargo, gracias a la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico de Murcia, se logró salvar muchas obras maestras que aún se pueden ver en la iglesia.
Después de la contienda, el pintor lorquino Manuel Muñoz Barberán realizó los frescos del ábside. En 1983, la iglesia de San Bartolomé fue declarada Bien de Interés Cultural.
Además del patrimonio escultórico y pictórico, la Iglesia de San Bartolomé cuenta con otras piezas de gran valor artístico. Destaca la custodia procesional realizada en plata sobredorada por el platero Francisco Salzillo en 1752, de estilo rococó y con una altura de 130 cm.
También se conservan numerosas piezas de orfebrería, como cálices, candelabros y otros objetos litúrgicos, muchos de ellos realizados en plata y con incrustaciones de piedras preciosas. De entre ellos destaca la cruz parroquial de plata dorada, realizada en el siglo XVIII, con una altura de 80 cm y decorada con relieves de motivos vegetales y animales.
En definitiva, la Iglesia de San Bartolomé es un verdadero tesoro artístico que representa la riqueza cultural y patrimonial de la ciudad de Murcia, siendo un lugar imprescindible de visita para todos aquellos interesados en la historia del arte y la religión.